Slide 1: REFLEXIÒN: Procedencia: Boletin Milagros en Red Patricia Besada MÙSICA : Bert Kaenfert El loro y la jaula de oro Creaciones BETTY Slide 2: Érase una vez un hombre, un hombre bueno y luchador por la libertad. Viajando por las montañas, un día se detuvo en un caravasar para pasar la noche. Y así fue como se sorprendió al ver cómo un hermoso loro en una jaula de oro, repetía incesantemente “¡Libertad! ¡Libertad!”. Slide 3: La geografía del lugar permitía que esas palabras se hicieran eco en los valles, en las montañas. El hombre pensó para sí, “He visto muchos loros y siempre creí que deben desear liberarse de sus jaulas… Slide 4: pero nunca encontré uno que durante todo el día, desde el alba hasta el crepúsculo, clamara por libertad”. Así tuvo una idea. Slide 5: Entrada ya la noche, cuando el dueño del loro se encontraba profundamente dormido, abrió la puerta de la jaula y le murmuró al loro “Ahora, sal”. Slide 6: Grande fue su sorpresa cuando vio que el loro se aferraba a los barrotes de la jaula. El hombre le susurraba una y otra vez “¿Te has olvidado acaso de la libertad? ¡Sal, ahora! La puerta está abierta y tu dueño duerme. Nunca nadie se dará cuenta. Slide 7: Vuela hacia los cielos, todo el cielo te pertenece”. Sin embargo, el loro seguía aferrándose fuerte y enérgicamente a la jaula que el hombre exclamó: “¿Qué te sucede? ¿Estás demente?”. Slide 8: Tomó al loro con sus propias manos, pero éste comenzó al clavarle su pico mientras al mismo tiempo gritaba “¡Liber tad! ¡Libertad!”. Los valles de la noche repetían y repetían esas palabras y el hombre era obstinado, después de todo era un luchador por la libertad. Slide 9: Finalmente pudo arrancar al loro de la jaula y lanzarlo a los cielos. Se sentía muy satisfecho, a pesar de las heridas en sus manos. El loro lo había atacado con ferocidad pero el hombre se sentía inmensamente satisfecho por haber liberado un espíritu prisionero. Y se fue a dormir. Slide 10: Cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, escuchó las palabras “¡Libertad! ¡Libertad!”. Quizás el loro esté sentado en una roca o en un árbol- se dijo a sí mismo. Cuando se levantó, pudo ver al loro sentado en su jaula. La puerta estaba abierta. FIN [email protected] – CREACIONES BETTY